Las regiones de Cundinamarca y Meta se encuentran enfrentando una situación de grave emergencia debido a los movimientos en masa y desastres naturales que han afectado varios municipios. El Gobernador del departamento de Cundinamarca, Nicolás García, junto con los mandos de la Fuerza Pública, militares y la Policía Nacional regionales, así como funcionarios del Gobierno Nacional, han estado presentes para hacer frente a esta complicada situación.

 

Una de las primeras observaciones realizadas es que no se trata de un único punto de desastre. En lugar de ello, se han identificado varios puntos de inestabilidad geográfica en la región, afectando a municipios como Calvario, Fosca, Gutiérrez, Quetame, Puerto Quetame y El Calvario, en el Meta, además de otras áreas en Cundinamarca. Estos eventos naturales se deben en parte a que la cordillera en esta región es una de las más jóvenes del sistema orográfico de América Latina, lo que significa que aún no se ha consolidado por completo y continúa en movimiento. Como resultado, se producen recurrentemente desastres naturales con pérdidas humanas lamentables.

 

La Unidad de Riesgo se encuentra trabajando en la zona, coordinando las operaciones desde un Puesto de Mando Unificado. Hasta el momento, se han encontrado 26 cuerpos sin vida y tres personas siguen desaparecidas. Las ayudas de emergencia han sido proporcionadas a los afectados, incluyendo arriendos, comida, toallas, cobijas y otros elementos básicos. Sin embargo, ahora se está considerando la implementación de medidas más profundas para evitar que estos eventos se repitan en el futuro.

 

Una de las medidas contempladas se enfoca en las autoridades ambientales, las cuales deben analizar la situación de manera integral para estabilizar toda la zona, incluyendo el cañón. Se plantea la posibilidad de políticas de reforestación más sustanciales para aumentar la estabilidad. Además, se está considerando una reubicación más general de poblaciones ubicadas en zonas de alto riesgo. Para ello, se debe garantizar que las familias afectadas mantengan su base productiva. Si son familias campesinas con cultivos, se buscará que puedan mantener sus actividades productivas en el nuevo lugar de reasentamiento, con la ayuda del Estado mediante paquetes agrarios.

 

El cierre de carreteras ha generado problemas en la distribución de alimentos y otros productos básicos en la región. Se ha propuesto un puente de helicópteros para llevar suministros a las poblaciones afectadas, especialmente a aquellos dedicados a la producción de aves, que se encuentran en riesgo de perder sus animales por falta de comida. El Instituto Nacional de Vías (Invías) también se encuentra trabajando para recuperar y reparar las vías terciarias y secundarias dañadas por el desastre, lo que ha provocado la incomunicación entre varias regiones.