La Policía Metropolitana Santiago de Cali dio un gran golpe en la lucha contra el crimen organizado con la desarticulación de dos peligrosas bandas: ‘Los de la Pared’ y ‘Los del Jarillón’. Estas organizaciones, dedicadas al tráfico local de estupefacientes, sembraban el terror en las Comunas 4 y 6, especialmente afectando entornos escolares, parques y espacios deportivos.

 

Las operaciones, fueron el resultado de un exhaustivo trabajo de inteligencia, comprendieron 11 diligencias de allanamiento en los barrios Floralia y la Isla de Cali, así como en el municipio de Jamundí. En estos operativos, la Policía logró la captura de ocho personas en flagrancia, dos por orden judicial y la aprehensión de un adolescente de 16 años. Además, se incautaron tres armas de fuego, 10 cartuchos de diferentes calibres, 13.000 gramos de marihuana, 912 dosis de sustancias derivadas de la cocaína y 17 dosis de drogas sintéticas.

¿Cómo se logró desmantelar las bandas?

El Plan Choque ‘Seguridad 360’ de la Policía, diseñado para abordar de manera integral la criminalidad, llevó las acciones hasta el barrio La Isla, donde ‘Los de la Pared’ operaban. Allí, se descubrió un inmueble utilizado como ‘corredor de las drogas’, adaptado con mesas de exhibición según la presentación de los narcóticos. La intervención resultó en la incautación de 12.000 gramos de marihuana, aproximadamente 350 dosis de clorhidrato de cocaína y 17 pastillas de clonazepam.

Por otro lado, la otra organización, ‘Los del Jarillón’ ejercían su influencia en el barrio Floralia, afectando especialmente parques, una cancha y un colegio. Una investigación encubierta de 12 meses permitió documentar sus actividades delictivas, incluyendo el uso de un maniquí para el ocultamiento de sustancias. Al momento de la captura, se encontraron dos armas de fuego y un arma traumática en su posesión.

Los detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación. Tres de ellos enfrentan medida de aseguramiento intramural, el menor de edad está bajo detención preventiva en un establecimiento especializado, mientras que los demás continúan vinculados al proceso por concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes.