Humberto de la Calle y Sergio Jaramillo, quienes fueron los líderes en las negociaciones de paz con las Farc en La Habana, criticaron al presidente Gustavo Petro tras el asesinato del senador Miguel Uribe Turbay.
Calificaron de “cobarde y doloroso” el crimen contra Uribe Turbay, enviando mensajes de condolencias a su familia.
Sin embargo, aseguraron que este magnicidio es también un golpe al Acuerdo de Paz de 2016, recordando que Miguel Uribe era cabeza de la oposición política y primer renglón en la lista al Senado del Centro Democrático.
Los exnegociadores indicaron que el acuerdo firmado buscaba no solo el desarme de los exFarc y su tránsito a la vida civil, sino también “máximas garantías para el ejercicio de la oposición política”.
A pesar de ello, cuestionaron duramente al presidente Petro por su indiferencia y hasta desprecio al no cumplir estos compromisos.
“La actitud del Presidente Petro frente al Sistema Integral de Seguridad, que incluye una ‘instancia de alto nivel’ en la Presidencia y la promoción de la convivencia, ha sido la misma que frente a todo el Acuerdo: desdén e indiferencia, por no decir desprecio”, afirmaron.
Recordaron que producto de las negociaciones se aprobó la Ley 1909 de 2018, mediante ‘fast track’: un estatuto de garantías para la oposición, en cumplimiento del Acuerdo y de la Constitución Política.
También criticaron al Comisionado de Paz, Otty Patiño, señalando que “añade sin parpadear que hay un ‘divorcio’ dentro del Gobierno y que él tampoco tiene responsabilidad por la implementación del Acuerdo, sino un funcionario de tercer nivel en su oficina”.
Resaltaron que Uribe Turbay fue un brillante opositor y que la historia de violencia en Colombia no debe repetirse “si el gobierno hace lo que tiene que hacer”.
“Es imperativo que se tome en serio su responsabilidad legal y constitucional de proteger a la oposición política, como a los firmantes de paz, implementando el Sistema Integral y fortaleciendo las debilitadas capacidades de inteligencia del Estado”, subrayaron.
Ante los señalamientos de que la Segunda Marquetalia podría estar detrás del crimen, criticaron que el gobierno Petro abandona las regiones y “empodera a las bandas y las disidencias”.
Advirtieron que este crimen es el resultado de una “terrible equivocación” de empoderar a los grupos armados sin métodos claros y sin un marco legal.
Colprensa