La ‘Operación Dominó’, estrategia diseñada para prevenir la extorsión desde cárceles, combatir la corrupción y mantener el control y seguridad en establecimientos de reclusión, entra en su segunda fase en Colombia, según anunció el director general del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), el Coronel Daniel Fernando Gutiérrez.

El plan se enfoca en diez centros penitenciarios del país con operativos de control y registros aleatorios. El año pasado se realizaron más de 100 intervenciones, y se busca duplicar esa cifra en 2024. En colaboración con la guardia penitenciaria y el Grupo de Acción Unificada contra la Extorsión y el Secuestro (GAULA) de la Policía, se han incautado 2.430 celulares, 10.158 accesorios, y se han abierto 332 procesos penales y disciplinarios contra funcionarios del INPEC por el ingreso de elementos prohibidos.

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Se implementaron controles semanales por parte de la guardia del INPEC y, en coordinación con el GAULA, controles aleatorios quincenales en los centros penitenciarios. Estas acciones han permitido identificar a 29 personas involucradas en el presunto delito de extorsión, con traslados a cárceles de alta seguridad y la puesta en marcha de operativos, celdas unipersonales y vigilancia de comunicaciones.

Además, ha avanzado en la identificación de personal del INPEC involucrado en el ingreso de equipos móviles, con información puesta a disposición de la Fiscalía General de la Nación para combatir la corrupción en el sistema penitenciario. Durante 2023, se presentaron 23 denuncias penales contra funcionarios del INPEC por prevaricato por omisión, 2 por prevaricato por acción y 71 por abuso de autoridad, relacionadas con corrupción en el ingreso de celulares y otros dispositivos.

La Agencia Nacional del Espectro (ANE) propuso delimitar el papel de los operadores de telefonía celular en la eliminación o restricción de señales de comunicación en cárceles. En respuesta, el Ministerio de Justicia, junto con el INPEC, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) y otras entidades, está trabajando en un cambio tecnológico para inhibir señales y garantizar que en los centros penitenciarios no haya posibilidad de comunicación a través de celulares.

Esta segunda fase de la ‘Operación Dominó’ demuestra el compromiso continuo de las autoridades colombianas en la lucha contra la corrupción y la mejora de la seguridad en las cárceles, con enfoque en la prevención de actividades delictivas dentro y fuera de los centros de reclusión.