En la noche del pasado lunes 20 de noviembre se presentó un hecho que conmociona al departamento de Antioquia. Cuatro jóvenes fueron asesinados en un bus que cubría la ruta Puerto Berrío – Medellín y entre ellos habían dos menores de edad. Otra persona quedó herida.

Relatan los testigos del hecho, que hombres armados interceptaron en el barrio El Cacique un bus intermunicipal de la empresa Coonorte que tenía destino a Medellín. Estos aprovecharon que el conductor del bus hizo una parada para dejar a uno de los pasajeros y le habrían ordenado no continuar su marcha. Luego habrían subido al vehículo y sin mediar palabra atacaron a los jóvenes.

Las víctimas fueron identificadas como José Manuel Salgado, Geraldín Acero, Estivian Efrén Monsalve, y Jefferson Andrés Parra, estos dos últimos eran menores de edad.

Una vez los homicidas descendieron del bus habrían tomado rumbo desconocido. La reacción del conductor no fue otra más que conducir hasta el hospital Cesar Uribe Piedrahita del municipio para que la otra persona que resultó herida alcanzara a ser atendida.

En el año, ya son 82 masacres que se han presentado en el país, estadística que muestra Indepaz y que preocupa a la población puesto que hace poco, el Secretario de Seguridad y justicia de Antioquia, Oswaldo Juan Zapata Quijano, junto con el Departamento de Policía Antioquia (DEANT), habían anunciado una marcada disminución de homicidios en todas las subregiones del departamento durante el año.

Lo que dicen las autoridades sobre la masacre

Las primeras hipótesis de las autoridades arrojaron que se trataría de un presunto ajuste de cuentas entre bandas delincuenciales del Magdalena Medio. Según el coronel Luis Alejandro Cubillos Cancelado, comandante de policía en dicha región, específicamente en la “jurisdicción del municipio de Puerto Berrío y del corregimiento de Puerto Olaya, del municipio de Cimitarra, Santander”.

El oficial reveló que, una de las víctimas, conocido con el alias de ‘Monocuco’, fue capturado el fin de semana pasado por el delito de tráfico de estupefacientes y posteriormente, dejado en libertad por un juez de control de garantías.