Por: Norberto Patarroyo – Cortesía «EL MURO DEL PATAN»

El periodismo de soluciones solo cubre respuestas a problemas cuyo impacto se pueda medir, a fin de que la audiencia tenga información veraz y basada en evidencia. El solo hecho de hablar de periodismo de soluciones abre el debate y genera un sinnúmero de afirmaciones, muchas de las cuales no tienen fundamento alguno en la realidad.
Por esta razón, la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés) se dio a la tarea de identificar algunos de los mitos que con mayor frecuencia se repiten en referencia a este enfoque periodístico, el cual se basa en la cobertura rigurosa de respuestas a problemas sociales. Estas son 3 de las afirmaciones erróneas más comunes acerca del periodismo de soluciones:

MITO 1: El periodismo de soluciones tiende al sesgo Nada más alejado de la realidad.

El periodismo de soluciones apela siempre a la rigurosidad y se basa en evidencia, de manera que evita referirse a la respuesta planteada a un problema como la única solución. Tampoco cubre en ningún caso historias sobre respuestas que aún no se han implementado, y por tanto es imposible medir su impacto o efectividad. De hecho, este tipo de historias son señaladas como formas impostoras de periodismo de soluciones.
Al respecto, Liza Gross, periodista y directiva de la Red de Periodismo de Soluciones, advierte que “el periodismo de soluciones no exagera, no promete, se basa en evidencia, no especula, y por eso, por ejemplo, yo no cubriría con enfoque de soluciones un programa que se anuncia pero que no tiene ninguna evidencia de tener éxito. Puede ser un programa muy prometedor en teoría, pero si no sabemos si ha dado o no resultado, eso no es un tema que se pueda cubrir en ese momento bajo esta modalidad”. En contraste, el verdadero foco del periodismo de soluciones está puesto en la cobertura de programas o políticas que ya se estén en marcha, lo cual permite recopilar datos y mediciones que demuestren cuán efectivo o no ha resultado la estrategia implementada como respuesta a una situación adversa.
MITO 2: periodismo de soluciones o periodismo de denuncia; no puedes tener ambos
El periodismo de soluciones también es capaz de denunciar aquello que está mal o que no funciona, pero no se conforma con esto. En este sentido, el enfoque de soluciones puede describir brevemente un problema, especialmente si es conocido por la audiencia, para luego ocuparse de contar de forma amplia y detallada qué están haciendo las personas u organizaciones para tratar de contrarrestarlo. “Es muy importante recalcar que el periodismo de soluciones no es relacionismo público, no es solamente la historia agradable o la cosa ‘rosita’, sino que, por el contrario, el enfoque de soluciones puede ser incómodo, pero siempre es útil, esta técnica se orienta a mirar cambios sistémicos, a analizar el cómo, a estudiar cómo es que cierta respuesta está alterando el status quo y lo está llevando hacia una etapa más positiva”, afirma Liza Gross.
MITO 3: el periodismo de soluciones solo cubre respuestas que funcionan
No es cierto. Las historias con enfoque de soluciones no hablan exclusivamente de respuestas a problemas que funcionan en un 100%, sino que también abordan aquellos programas que funcionan parcialmente, que aplican solo bajo determinadas condiciones e incluso aquellas
respuestas que en algún momento fueron exitosas y dejaron de serlo por alguna razón. El periodismo de soluciones no teme referirse a las limitaciones que puedan tener las respuestas, no escapa a las advertencias, y siempre destaca las áreas donde la respuesta puede estar fallando. Incluso, si resulta que la solución que se reportó en el pasado ya no funciona, se sugiere al periodista la opción de escribir una actualización. Bajo esta perspectiva, el enfoque de las soluciones es liberador: cualquier historia será válida para este enfoque en la medida en que se hable de una respuesta a un problema. También es importante recordar que no hay una solución única para ningún problema y que muchas cosas pueden funcionar, por lo que las posibilidades de enfoque y cobertura también se amplían.

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