Este lunes 1 de enero, las autoridades de Japón confirmaron la llegada de fuertes olas a la costa oeste, especialmente en la prefectura de Ishikawa, luego de un fuerte terremoto de magnitud preliminar 7,6. Este sismo ha sido el más intenso de una serie de 20 registrados desde las 4:00 p. m. en las cercanías de la costa de Ishikawa y Niigata.

Oleadas de al menos 1,2 metros impactaron el puerto de Wajima apenas 10 minutos después del temblor, seguidas de tsunamis más pequeños en otras regiones, incluida la isla de Hokkaido. La población se encuentra en alerta máxima mientras se evalúan los daños y se toman medidas para hacer frente a la emergencia.

Alerta de tsunami, descartada con el paso de las horas

La prefectura de Ishikawa se encontraba en «alerta de envergadura por tsunami», la primera desde el devastador terremoto de 2011, anticipando olas de tres a cinco metros que amenazaban la costa. Sin embargo, en las últimas horas, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico en Hawái descartó la alerta.

A pesar de ello, las prefecturas de Yamagata, Niigata y Toyama experimentaron la llegada de oleaje, con al menos cuatro heridos confirmados en Kurobe. Una mujer de 80 años resultó herida durante la evacuación, y seis personas están atrapadas bajo escombros en la localidad más afectada, Wajima, donde se desató un gran incendio.

El Ministerio de Defensa japonés informó la evacuación de aproximadamente 1,000 residentes de Wajima a través de la base militar, con el 14° Regimiento de las Fuerzas de Autodefensa participando en las operaciones de rescate.

La situación sigue siendo crítica, con labores de rescate y evaluación de daños en curso. Unos 30 mil hogares en toda la prefectura están sin luz, pero las centrales nucleares no reportaron daños, según el secretario jefe de Gabinete.

Aunque se reportó el incendio de un transformador en la planta nuclear de Shiga, en la prefectura homónima, las llamas fueron extinguidas y la planta no resultó afectada.