En estrecha colaboración con la Agencia Estadounidense para el Control de Drogas (DEA), la Dirección de Antinarcóticos obtuvo información importante sobre la existencia de una organización criminal que estaría realizando grandes movimientos de dinero en efectivo al sistema financiero colombiano, por medio de anticipos de supuestas exportaciones.

En los años 2017 y 2018 esta organización, alcanzó a mover aproximadamente 98 millones de dólares, utilizando diferentes entidades bancarias tanto extranjeras como nacionales para la circulación de este dinero en el territorio nacional, por esta razón, en mayo de 2019 se inició un trabajo investigativo para lograr la captura de estas personas.

La organización contaba con todo un andamiaje empresarial para lavar el dinero, era liderada alias „El Uno‟ quien se suicidó el pasado 15 de marzo por presuntas deudas contraídas con organizaciones criminales; también figuraban alias „Tiburón‟ y alias „Chucky‟, empresarios reconocidos en la industria de marroquinería.

Estas personas recibían dinero proveniente de México, Costa Rica, Panamá y China, por medio de empresas fachada ubicadas en Centro América, principalmente Costa Rica y Panamá, tomaban contratos con el propósito de mover altas sumas de dinero ubicado en diferentes países, con el fin de colocarlos (bancarizarlos) y pagarlos de manera física  en nuestro país a diferentes intermediarios de compra y venta de valores financieros o “brókers” del mercado negro.

Para activar el andamiaje, la organización utilizaba „facilitadores‟, quienes manejaban empresas nacionales, simulando contratos con empresas extranjeras, justificando la exportación de bienes para lograr ingresar el dinero a la economía colombiana, utilizando como país intermediario EEUU.

Es de resaltar que esta organización criminal en tres años logró ingresar al sistema financiero un valor superior a los 100.788.059 de dólares a organizaciones criminales como „Los Pepes‟ en Norte de Santander, organizaciones narcotraficantes en Cali y al cartel de Guadalajara en México, logrando evadir los controles anti lavado con toda una infraestructura delincuencial, pues incluso compraban la documentación necesaria para presentarla a las entidades financieras y poder obtener soportes para el pago de anticipos de las mencionadas exportaciones y de esta manera lograr el ingreso del dinero a nuestro país.

Del mismo modo, se ocuparon 49 bienes con fines de extinción del derecho de dominio localizados en los departamentos del Valle del Cauca, Quindío, Norte de Santander, Risaralda Dosquebradas, Cundinamarca y Santander, pertenecientes a alias „el Uno‟, „Chuki‟, „Paisano‟ y el „Indio‟ entre otros testaferros, los cuales al parecer tienen vínculos asociados al grupo armado organizado GAO “los Pelusos” y un grupo delincuencial organizado GDO denominado “La Oficina”.

La judicialización de esta estructura criminal y la ejecución de medidas cautelares de extinción de dominio entre los que figuran bienes muebles, inmuebles, sociedades y establecimientos de comercio por un valor aproximado de $ 47.000 millones de pesos, constituye un golpe contundente a las rentas criminales de organizaciones narcotraficantes y en la actualidad se realizan los trámites de extradición de algunos de los capturados.