En un abrazo colectivo de reconciliación y manifestaciones de perdón terminó el histórico encuentro entre víctimas del conflicto armado de la subregión de los Montes de María y excomandantes de la cúpula en el Caribe de las antiguas Farc, y de otras organizaciones guerrilleras reincorporadas y de las Autodefensas.

Durante más de dos años y medio, la Comisión de la Verdad desarrolló este proceso de diálogo social para terminar en un acto de reconocimiento y reconciliación que no se había dado en más de 20 años.

En el Hotel Bahía de Cartagena, la corporación cerró un proceso con exactores del conflicto y organizaciones sociales de la región montemariana de Bolívar y Sucre.

Ver las víctimas del conflicto armado en los Montes de María, abrazados con alias, ‘Juancho Dique’, quien confesó más de 560 asesinatos y ‘Solís Almeida’ del Bloque Caribe, es realmente impresionante.

La entidad, que el próximo 28 de junio le entrega al país su Informe Final, en cumplimiento de su mandato, propició este espacio de convivencia pacífica en el que más de veinte víctimas e igual número de exsubversivos, se vieron frente a frente.

Y, por primera vez, dialogaron y se dijeron verdades que por más de dos décadas estaban esperando y se revelaron episodios que no se conocían.

Yojaira Pérez, sobreviviente de violencia sexual y representante de una asociación de mujeres víctimas de conflicto en Sucre, que, tras escuchar las respuestas y pedidos de perdón por parte de los distintos ex integrantes de las reincorporadas Farc, se levantó de su silla.

Acto seguido tomó el micrófono y dijo que su acto victimizante lo sufrió hace 19 años y que llevaba ese mismo tiempo esperando el día, como se dio para contar de frente a los responsables del acto sufrido en su contra y darles su perdón.

La coordinadora en el Caribe de la Comisión de la Verdad, Ana María Ferrer, dijo que el encuentro histórico que se vivió en Cartagena hace parte de una agenda de diálogo social que se desarrolló en la región.

Y que se hizo como una manera de dejar instaladas unas capacidades de diálogo a manera de herramienta para avanzar en la reconciliación en los territorios.