Para “mejorar” las cifras de seguridad, el Alcalde Federico Gutiérrez mintió en sus informes, ocultando al menos el 20% de los muertos en enero, el 10% en febrero, y un número aún por determinar en marzo.
A finales de enero, los medios titulaban: “Medellín celebra una histórica reducción del 24% en homicidios”. Un mes después, el Alcalde Gutiérrez presentaba febrero como “un hito sin precedentes” con una reducción del 10,7%, y hace unos días, mientras esquivaba el escándalo del Pedófilo del Poblado, habló de un marzo con una reducción del 8% con respecto al gobierno anterior.
Estos “logros” solo tienen un problema. Son falsos: tal reducción nunca existió. No en enero, no en febrero, y seguramente tampoco en marzo.
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La Alcaldía no solo mintió a la prensa, mintió al Congreso cuando el Representante Alejandro Toro, solicitó el informe por derecho de petición.
Hace un par de semanas, una cuenta de X compartió una imagen que llamó la atención: era el informe diario de homicidios que recibe el Alcalde en su despacho. Lo particular del informe: la información no coincidía. De ser real, el Alcalde Federico Gutiérrez había estado mintiendo, subestimando la inteligencia de toda una ciudad y jugando con la vida de sus ciudadanos como si fueran meros números en su agenda política.
Con esta evidencia, un periodista consultó a la Alcaldía de Medellín para entender la discrepancia. El resultado: la Alcaldía había mentido. Actualizó la información oficial reconociendo que nunca hubo dicha reducción. Se les cayó la mentira. No sólo una falta de respeto hacia las víctimas y sus familias, sino que también pone al descubierto la podredumbre moral de la administración.
Cómo engañó el Alcalde Federico Gutiérrez al país:
Lo primero que hizo fue dejar de reportar la información en el SISC, un sistema que ha seguido las cifras de homicidios día a día, y comuna por comuna. Una vez eliminó el escrutinio ciudadano, solo le bastó posponer el reporte de homicidios según su conveniencia.
Para la derecha, y en especial, para Federico Gutiérrez y sus jefes, siempre fue un motivo de incomodidad que un gobierno independiente, liberal y progresista, como el nuestro, obtuviera buenos resultados en seguridad: Medellín, se convirtió en la capital más pacífica del país con una reducción del 42% de homicidios. Sin mentiras y sin shows.
Esto puede explicar el interés en maquillar las cifras. Estoy convencido de que este no es el camino y que esto no le conviene a la ciudad. El Alcalde debe actuar con transparencia. Lo que no se mide, no se mejora. Y lo que se mide mal, empeora con seguridad. Pero, el problema es más grave.
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Medellín está sufriendo un retroceso. Por más que se manipulen las cifras, será imposible ocultar que la ciudad carece de una estrategia coherente. Por revancha, sacaron a funcionarios experimentados como el General Acevedo, para poner a amigos ineficientes y sin experiencia, como el actual Secretario de Seguridad, cuyo único mérito parece ser montar bicicleta con el Alcalde.
Mientras en la ciudad se disparan los atracos y los homicidios, y las basuras inundan cada esquina, los funcionarios, incluido el Alcalde, se han vuelto famosos por sus brunch, tardeadas y vacaciones frecuentes —como la última escapada del Alcalde, en la que no dejó a ningún reemplazo por su afán de playa, permitiendo que un pedófilo se fugara del país después de ser observado en flagrancia mientras violaba a niños de 12 y 13 años. Inaceptable.
Como ejemplo adicional de lo que pasa, hoy, después de más de 100 días de gobierno, la mitad de las motos y vehículos de la Policía están fuera de servicio por falta de SOAT, tecnomecánica y mantenimiento, ya que el Secretario de Seguridad no ha sacado adelante el contrato de mantenimiento. Algunos policías han tenido que optar por pagar ellos mismos los frenos de las motos para no tener accidentes. Así de ineficiente es la gestión.
