La tensión entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde electo de Medellín, Federico Gutiérrez, se intensificó tras un cruce de declaraciones que ha generado debate nacional.

Todo comenzó con un mensaje de Gutiérrez en la red social X (antes Twitter), donde propuso una delegación de alcaldes de Colombia para viajar a Washington y solicitar al gobierno de Estados Unidos, en cabeza del expresidente Donald Trump, que tome distancia del gobierno de Petro. Gutiérrez criticó las políticas del mandatario, afirmando que “Petro no nos representa” y responsabilizándolo por las recientes tensiones comerciales con Estados Unidos, como el incremento de aranceles y el endurecimiento en los procesos de visado para los colombianos.

En su publicación, Gutiérrez sostuvo:
«Petro ha puesto todo esto en peligro… Alcaldes, Gobernadores y ciudadanos opuestos al gobierno: no podemos permitir que Petro nos lleve a un estado de aislamiento como el que lograron sus amigos y cómplices en Cuba y Venezuela.»

La respuesta de Gustavo Petro no se hizo esperar. A través de su cuenta oficial, el mandatario lanzó una contundente invitación al alcalde electo, que fue interpretada como un llamado a la reconciliación con el pasado de Medellín y sus víctimas:
«No me extraña que se arrodillen, pero prefiero que usted se arrodille ante las madres de las víctimas de La Escombrera. Lo invito a hacerlo juntos y pedir perdón.»

El mensaje de Petro hace referencia a La Escombrera, un sitio en Medellín donde se presume fueron sepultadas víctimas de desapariciones forzadas durante el conflicto armado. Este tema ha sido un punto sensible en la memoria histórica de la ciudad y del país.

La declaración del presidente ha desatado reacciones divididas. Por un lado, sus seguidores lo respaldan por poner sobre la mesa la importancia de reconocer y reparar el daño a las víctimas. Por otro, críticos y opositores consideran que su respuesta busca desviar la atención de los cuestionamientos internacionales que enfrenta su gobierno.

Este cruce de palabras refleja la polarización política que atraviesa Colombia y evidencia las profundas diferencias entre las visiones de gobierno de Petro y Gutiérrez, quienes jugarán roles clave en la política del país en los próximos años.