Los productos de depósito con trámite simplificado fueron concebidos con el propósito de fomentar la inclusión financiera mediante la digitalización. Además, permiten acceder al sector financiero sin costo alguno al realizar operaciones, transacciones y retiros. Incluso, se han convertido en un instrumento mediante el cual el Gobierno Nacional distribuye subsidios a beneficiarios.

Es importante destacar que actualmente estos productos de depósito de trámite simplificado se agrupan bajo una misma definición según el Decreto 222 de 2020, que establece las condiciones de los Depósitos de Bajo Monto. Dentro de esta categoría se encuentran los productos que existían previamente: Depósitos Electrónicos (DE), Cuentas de Ahorro de Trámite Simplificado (CATS) y Cuentas de Ahorro Electrónicas (CAES).

Según información proporcionada por Asobancaria, para septiembre de 2022, 23,03 millones de personas tenían Depósitos de Bajo Monto, lo que representó un crecimiento del 9,1% en comparación con la cifra de 2021 y un aumento del 302% en relación con el dato reportado en el año 2015.

“Su crecimiento se ha venido estabilizando durante los últimos años dado su nivel de penetración. Al respecto, se debe considerar que, el éxito de estos productos se ha venido acentuando tras la pandemia de Covid-19 pues por su naturaleza digital, pueden llegar más rápido a poblaciones subatendidas, por ejemplo, en zonas rurales dispersas”, señala un informe publicado por el gremio de los bancos.