La Alcaldía de Medellín empezó la entrega de 32.340 bonos alimentarios a 6.468 familias, como parte de las acciones que garantizan la seguridad y soberanía alimentaria local. Esta iniciativa comprenderá cinco distribuciones que se realizarán de forma gradual, en el marco del programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo.

El proyecto Bono Alimentario busca atender a los hogares que presentan inseguridad alimentaria o que están en riesgo de vivirla. Para ello, les ofrece acceso a alimentos variados y que contienen los aportes nutricionales necesarios. Esta estrategia, para la vigencia 2023, tiene una inversión superior a los $10.000 millones.

“En esta ocasión, el bono unipersonal tendrá un valor de $170.000 y el familiar de $280.000. Vendrá acompañado de unos ciclos de formación y capacitación, donde generaremos hábitos de vida saludable, preparación de alimentos y manipulación de los mismos. Finalmente, con esta estrategia logramos activar la economía del territorio, gracias a las alianzas que hicimos con los grandes supermercados de las comunas y con los pequeños productores de alimentos”, expresó la secretaria de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, Isabel Cadavid.

Familias siguen beneficiándose con los bonos alimentarios

Entre 2020 y 2022, 34.027 hogares accedieron a 162.316 bonos alimentarios. Para este periodo, las comunas que priorizaron este proyecto, a través de recursos de Presupuesto Participativo, fueron la 1- Popular, 2- Santa Cruz, 3- Manrique, 4- Aranjuez, 5- Castilla, 7- Robledo, 8- Villa Hermosa, 9- Buenos Aires, 10- La Candelaria, 11- Laureles-Estadio, 12- La América, 13- San Javier, 14- El Poblado, 15- Guayabal y 16- Belén, así como los corregimientos Palmitas, San Cristóbal, Altavista y Santa Elena.

Además de aportar al bienestar de la ciudad, también se dinamiza la economía de cada comuna y corregimiento mediante la implementación del proyecto que articula 230 establecimientos comerciales. En estos lugares, las familias pueden redimir sus bonos, lo que trae como resultado un flujo económico de $60.000 millones, aproximadamente, para el territorio.

“Para mí es una alegría, una bendición de Dios tener esta ayuda. Me vine muy contenta, porque con esto le puedo dar un desayuno, un almuerzo a mi familia y compartir muchas cosas”, comentó Mary Luz Bedoya, desplazada y beneficiaria del equipo de Seguridad Alimentaria y Nutricional.

Quienes obtengan estos bonos contarán con desprendibles impresos para canjear en los comercios aliados, previamente seleccionados, según sus necesidades específicas. Estos vales cubren una gama de categorías de alimentos, que incluyen granos, cereales, abarrotes, carnes, productos de charcutería, frutas, verduras, raíces, plátanos y tubérculos. Además, los beneficiarios también recibirán asesorías a través de encuentros educativos que incentiven y motiven a tener buenos hábitos alimentarios.