Como “un suceso aterrador”, fue calificado la experiencia que tuvieron los pasajeros del vuelo de Hawaiian Airlines que cubría el domingo la ruta entre Phoenix, EEUU, y Honolulu, Hawái, en donde 36 personas resultaron heridas, 11 de ellas graves, por una fuerte turbulencia que por poco causa la inestabilidad de la aeronave, quien prendió las alarmas y los pilotos han confesado, esperaban lo peor.

Tras el hecho en donde estuvo involucrado el vuelo HA35 «enfrentó turbulencias severas» poco antes de aterrizar en Honolulu, dijo la aerolínea en Twitter.

«Se brindó atención médica a varios pasajeros y miembros de la tripulación en el aeropuerto por lesiones menores, mientras que algunos fueron transportados rápidamente a hospitales locales para recibir cuidados adicionales», agregó.

Cabe mencionar que el Airbus A330-200 transportaba 278 pasajeros y 10 tripulantes, dijeron funcionarios de la aerolínea.

«Un total de 36 personas fueron atendidas, incluidas algunas con náuseas y heridas leves», dijo Jim Ireland, director de los Servicios Médicos de Emergencia de Honolulu, en una conferencia de prensa.

«20 debieron ir al hospital: 11 fueron clasificados como graves y nueve como menores», agregó Ireland. Algunos sufrieron heridas en la cabeza.

«También estamos muy contentos y nos sentimos afortunados de que no haya muertos u otras lesiones críticas. Y también tenemos muchas esperanzas de que todos se recuperen por completo», dijo.

el director de operaciones de Hawaiian Airlines, Jon Snook, indicó que tres integrantes de la tripulación figuran entre los heridos que debieron ser hospitalizados.

Por último, la aerolínea dijo que está «realizando una inspección exhaustiva de la aeronave antes de volver a ponerla en servicio».