A partir del 1 de enero de 2024, los usuarios del transporte público en el Valle de Aburrá verán un aumento en las tarifas, según lo aprobado por la Junta Metropolitana compuesta por los alcaldes de los diez municipios: Medellín, Barbosa, Girardota, Copacabana, Bello, Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y Caldas.

El ajuste, aprobado tras un estudio técnico de la canasta de costos al transporte, se basa en factores como el precio del combustible, salarios, recuperación de capital y costos de mantenimiento de los vehículos.

Las tarifas definidas para el transporte en 2024

Mientras el precio del pasaje en la tarjeta Cívica para acceder al Metro, Metrocable, Metroplús o Tranvía en 2023 para viajeros eventuales o de perfil portador es de $3.320, para el próximo año quedará en $3.650.

Para el caso de los usuarios frecuentes, la tarifa es de $2.880 y desde el 1 de enero será de $3.210; para el perfil estudiantil municipio será de 1.350; el de Viajero Frecuente quedará en $3.210; para las personas con discapacidad (PCD) será de $2.350; en el caso de los adultos mayores $2.900, y para los usuarios bancarizados en $4.150.

El incremento de $330 afectará a los usuarios frecuentes del metro, tranvía, cable, Metroplús y buses. De esta cantidad, $30 se destinarán al Fondo de Estabilización de la Tarifa del Sistema Metroplús, mientras que $20 se utilizarán para hacer frente a eventualidades en la línea férrea del metro.

Este ajuste tarifario es una respuesta a las proyecciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el año 2023 y tiene como objetivo cubrir los gastos operativos y de mantenimiento del sistema de transporte masivo en la región. Además, parte de los recursos se dirigirán a fortalecer el fondo de estabilización del Metroplús y a afrontar posibles imprevistos en el funcionamiento del Metro.

Un incremento similar aplicará para el transporte público colectivo metropolitano con y sin integración al Metro, es decir las rutas que van de un municipio a otro.

Si bien el aumento puede generar preocupaciones entre los usuarios, se argumenta que es necesario para mantener la calidad y sostenibilidad del servicio de transporte público en el Valle de Aburrá. Este ajuste busca garantizar la continuidad y eficiencia del sistema, contribuyendo al desarrollo sostenible de la región metropolitana.