Es frecuente ver cómo a través de los medios de comunicación, numerosos expertos, científicos y tomadores de decisiones nos hablan sobre eventos climáticos tales como el fenómeno El Niño – Oscilación del Sur (ENSO), el fenómeno El Niño, la variabilidad climática natural, las temporadas de más y menos lluvias, y el cambio climático. Parece como si fuera lo mismo “pero diferente” (como dicen por ahí).  

Es frecuente ver cómo a través de los medios de comunicación, numerosos expertos, científicos y tomadores de decisiones nos hablan sobre eventos climáticos tales como el fenómeno El Niño – Oscilación del Sur (ENSO), el fenómeno El Niño, la variabilidad climática natural, las temporadas de más y menos lluvias, y el cambio climático. Parece como si fuera lo mismo “pero diferente” (como dicen por ahí).

​Lo cierto es que ese “coctel climático” impacta nuestras vidas de muchas maneras. Por eso, comprender un poco de qué se trata cada uno de esos términos es vital para prever qué podría pasar a futuro, así como para tomar medidas de adaptación y mitigación.

Desde el Área Metropolitana del Valle de Aburrá queremos profundizar contigo en cada uno de los “ingredientes” que componen este “coctel” que nos acompaña, de diferentes formas, a lo largo del tiempo y que incide en nuestra relación con el entorno.

1. “Ingrediente” fenómeno ENSO

El ENSO es un patrón climático propio de la variabilidad climática natural del planeta; es el resultado de las interacciones entre el océano y la atmósfera en el Océano Pacífico Tropical, y se compone de tres fases: El Niño, La Niña y Neutra. En este momento estamos en la fase de El Niño.

El ENSO tiene una frecuencia de ocurrencia de 3 a 7 años, y consta de dos componentes:

​Oceánico: caracterizada por un calentamiento inusual (fase cálida, o evento El Niño) o enfriamiento inusual (fase fría, o evento La Niña) de las aguas superficiales en las porciones oriental y central del Pacífico Tropical.

​​Atmosférica: conocida como la Oscilación del Sur, caracterizada por cambios en la presión atmosférica en dos regiones del Pacífico Tropical.

¿Cómo saben los científicos que estamos en condiciones El Niño, La Niña o neutrales?

Según explica el científico y coordinador de nuestro proyecto SIATA, Daniel Ruiz-Carrascal, se parte de lo que en la literatura científica se conoce con el nombre de climatología. En el océano, este término se refiere a las condiciones promedio esperadas de la temperatura superficial del agua en una región específica cuando se analizan horizontes de largo plazo.

“Entonces cada mes o año, lo que se hace es calcular la diferencia entre la temperatura que se está presentando en el Océano Pacífico y el promedio de largo plazo o climatología normal, y eso es lo que se llama una anomalía. Las anomalías positivas quieren decir que tienes temperaturas por encima del promedio de largo plazo normal, mientras que las anomalías negativas indican que se están presentando temperaturas por debajo del promedio de largo plazo normal”, destaca el experto Ruiz-Carrascal.

A continuación, vemos una gráfica que muestra con colores rojo y azul esas anomalías de las que habla el científico Ruiz-Carrascal. Cuando las anomalías están por encima de 0.5°C, se argumenta que ha empezado la anomalía que corresponde al fenómeno de El Niño. Por debajo de -0.5°C, la gráfica de anomalías indica que ha iniciado el fenómeno de La Niña. Pero cuando se mantienen las temperaturas más cercanas al cero, el Océano Pacífico se encuentra en la fase Neutra:

​De esta manera es cómo los científicos, utilizando información de múltiples fuentes (boyas, satélites, observaciones de sobrevuelos), hacen un monitoreo constante de esos cambios de temperatura en el océano que van a determinar el seguimiento y alertas asociadas al fenómeno ENSO.

2. “Ingrediente” fenómeno de El Niño

En el apartado de arriba abordamos lo que era el fenómeno ENSO, que incluye a su fase cálida o fenómeno de El Niño. Como actualmente estamos en el evento El Niño, profundizaremos un poco más en torno a las condiciones que caracterizan esta fase. En nuestra región metropolitana, durante El Niño los acumulados de precipitación disminuyen y las temperaturas presentan un incremento.

La disminución en los acumulados de precipitación no implica que no se presentarán eventos extremos de precipitación en el territorio metropolitano. Por medio de observaciones, se ha evidenciado la ocurrencia de precipitaciones intensas en esta fase cálida del fenómeno ENSO.

Teniendo en cuenta que este fenómeno va evolucionando, es importante estudiarlo y monitorearlo para conocer sus impactos a nivel regional y global, con miras a estar preparados ante posibles efectos en la gestión del riesgo de desastres.

“Los impactos del fenómeno ENSO dependen en parte de qué tanto se caliente el Océano Pacífico Tropical y de qué tan preparado está el sector para atender el evento. Entonces, pensando en términos de impacto, cuando esa anomalía de temperatura cruza el umbral de +0.5°C, pero está por debajo de +1°, se llama un Niño Débil; entre 1° y 1.5°, es lo que nosotros llamamos un Niño Moderado, y de 1.5° a 2° y hacia arriba ya hablamos de un Niño Fuerte o Muy Fuerte”, detalla el coordinador Ruiz-Carrascal.

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Los registros históricos de cómo se comporta este fenómeno a través del tiempo permite a los científicos hacer ese tipo de clasificaciones, desde las cuales se pueden tomar medidas en los territorios que sufran afectaciones debido a intensas lluvias o a fuertes sequías.

¿Por qué el fenómeno de El Niño se llama así?

“Porque los pescadores ecuatorianos y peruanos detectaron que cada cierto intervalo de tiempo, por la época de nacimiento del niño Dios, que celebramos el 25 de diciembre, se presentaba una importante reducción en la pesca. Bien, entonces empezaron a llamar a ese fenómeno con el nombre de fenómeno de El Niño. Efectivamente en el trimestre de diciembre-enero-febrero es cuando este fenómeno alcanza su mayor expresión”, destaca el científico Ruiz-Carrascal.

¿Cada cuánto se da el fenómeno El Niño – Oscilación del Sur?

Este fenómeno tiene un intervalo de recurrencia promedio de 3 a 5 años.

“La fase cálida o evento El Niño tiene una particularidad, y es que tiene 1 año de duración. Él empieza a manifestarse en la primavera del hemisferio norte, es decir, alrededor de los meses de abril y mayo, y tiene su máximo en el trimestre diciembre-enero-febrero, por allá por la época del nacimiento del niño Dios.  El evento empieza a debilitarse de manera gradual para volver nuevamente a condiciones neutrales o normales en el Pacífico Tropical en la primavera del año subsiguiente”, agrega el coordinador de nuestro proyecto SIATA, Daniel Ruiz-Carrascal.

3. “Ingrediente” variabilidad climática natural

Este término se refiere a fluctuaciones y a cambios en el clima de la Tierra que ocurren de manera natural debido a una serie de factores y procesos que no tienen relación con las actividades humanas. Estos se pueden dar a escalas temporales diversas, desde años hasta siglos o incluso milenios. Algunos de las manifestaciones de la variabilidad climática natural incluyen:

Oscilaciones oceánicas: los océanos tienen un papel crucial en la regulación del clima. Las oscilaciones naturales como El Niño y La Niña en el Pacífico tropical pueden tener un impacto significativo en los patrones climáticos globales, como lo vimos anteriormente.

Actividad volcánica: las erupciones volcánicas liberan grandes cantidades de gases y partículas a la atmósfera. Esto tiene impactos en el clima a corto plazo al bloquear la radiación solar, así como en la calidad del aire.

​¿Cuáles son las principales características de la variabilidad climática en el Valle de Aburrá?

Es común escuchar hablar sobre la temporada de más y menos lluvias en el territorio metropolitano. Justamente esas etapas que se presentan durante el año hacen parte de la variabilidad climática natural, las cuales son:

Meses de más lluvia: marzo, abril, mayo, agosto, septiembre y octubre.

Meses de menos lluvia: junio, julio, diciembre y enero.

Actualmente, debido a los efectos del cambio climático, estos ciclos ya no son tan marcados. Pero, aun así, influyen porque, aunque estemos en temporada de El Niño, donde las temperaturas son más elevadas, hay probabilidad de fuertes lluvias.

4. “Ingrediente” cambio climático

“El cambio climático está asociado a un desbalance radiativo del planeta. La Tierra tenía su propio balance de energía y por nuestras actividades, específicamente por la emisión de gases de efecto invernadero, el planeta ha estado atrapando más radiación de onda larga de la que debería escaparse libremente hacia el espacio para mantener el balance, y por eso se da el aumento de la temperatura. La definición de cambio climático es mucho más extensa que sólo calentamiento global; se trata del cambio en el largo plazo de todas las variables climáticas, así como del cambio en la magnitud, la frecuencia, la distribución espacial y la duración de eventos climáticos extremos”, detalla el experto Ruiz-Carrascal.

Por eso es que muchos prefieren hablar de la crisis climática, entendida como un concepto que comunica la urgencia y la gravedad del cambio climático, que impacta directamente a todas las formas de vida que habitan el planeta, por lo cual no hace referencia solo al cambio climático, sino que enfatiza en que es un hecho que requiere una atención inmediata.

Así se da el efecto invernadero que forma el cambio climático. Fuente: https://climate.nasa.gov/en-espanol/datos/causas/ 

La “copa que contiene a este coctel”: el sistema climático terrestre

Todos los fenómenos climáticos que hemos repasado en este artículo, y muchos otros, se dan gracias a lo que los científicos llaman el sistema climático terrestre, entendido como un sistema complejo y dinámico que comprende todos los componentes de la Tierra que interactúan para determinar el clima en un período de tiempo dado.

​​Los componentes que interactúan entre sí son:

  • La biósfera (lo vivo).
  • La atmósfera (los gases).
  • La hidrósfera (el agua líquida).
  • La criósfera (el hielo).

Como todos estos elementos ¡están conectados!, es que el sistema climático terrestre termina siendo el responsable de la generación de los patrones climáticos y meteorológicos que experimentamos en la Tierra, como los ciclos de carbono, agua y nutrientes, que afectan la composición de la atmósfera y la distribución de energía en la Tierra.

La comprensión y estudio de la interacción entre estos componentes es esencial para entender cómo funciona el clima en la Tierra y cómo está cambiando debido a factores naturales y humanos.

​En esta infografía te mostramos cómo interactúa todo el sistema climático terrestre:

Los “mezcladores de este coctel” son el espacio y el tiempo

Al comienzo teníamos la gran pregunta de qué eran todos esos procesos climáticos que hemos escuchado en diferentes escenarios. Ahora con lo que hemos ido aprendiendo podemos saber que estos procesos climáticos se pueden dar al tiempo, pero según el espacio, lugar de la tierra en el que nos encontremos, y teniendo en cuenta el comienzo y fin de cada uno, la forma en la que experimentamos este “coctel” termina siendo diferente y puede tener efectos diversos.

“Aquí tienes un gráfico muy descriptivo de dos escalas que nosotros analizamos cuando estudiamos procesos climáticos: en el eje horizontal se encuentra la escala temporal; el eje se mueve desde una escala de segundos hasta siglos. Hay algunos eventos intensos muy rápidos, de muy corta duración, como es el caso de la turbulencia atmosférica, que básicamente nos permite a nosotros dispersar, por así decirlo, el material contaminante del interior del Valle de Aburrá. En el otro extremo del eje se encuentra el cambio climático, que se refiere a cambio en las condiciones que ocurren en el largo plazo, y que normalmente se observa en escala de décadas o incluso siglos. Y así es como interactúan estos procesos climáticos”, describe el científico Ruiz-Carrascal, al señalar el siguiente gráfico:

Si deseas profundizar en temas como el cambio climático y lo que hace el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, te invitamos a conocer nuestros contenidos divulgativos, que podrás descargar aquí.

De la mano de nuestros científicos locales, de la academia, de la ciudadanía y de todos los actores metropolitanos que se apropian de estos conocimientos para fortalecer las acciones climáticas, es como #AquíNaceUnFuturoSostenible.