Luego de que se evidenciara que el empresario Carlos Mattos salía y entraba de la cárcel La Picota de Bogotá con absoluta libertad, gracias la complicidad de personal del INPEC, el corrupto hombre fue trasladado a la cárcel nacional de Cómbita, en Boyacá.

Paralelo al traslado, investigadores de la Fiscalía allanron las oficinas del empresario en Bogotá, en la búsqueda de pruebas o documentos que ratifiquen que las salidas irregulares de la cárcel eran continuas, y en las que se veía, entre otros, con su abogado: Iván Cancino.

Mattos indicó al personal del INPEC que se encontraba enfermo. No obstante, este argumento no le sirvió para que minutos después fuera custodiado y enviado a su nueva prisión de alta seguridad, en donde -se espera- no cuente con más beneficios.

«El médico estuvo acá hasta hace dos horas y quiero que me vea», se le escucha decir a un Mattos que alegó estar en mal estado de salud y quien pidió que le permitieran empacar sus medicamentos

Cabe resaltar que, tras comprobar las salidas irregulares, el Ministerio de Justicia destituyó al director nacional del INPEC, general Mariano Botero Coy, y el director de la cárcel La Picota, coronel en retiro Wilmer Valencia.

Pese a ello, ahora los señalamientos recaen sobre el hoy director encargado de la entidad penitenciaria, el teniente coronel Joaquín Darío Medrano, toda vez que fue él quien firmó las remisiones de permisos médicos con las que el empresario pudo salir de la cárcel.

«Lo que le quiero decir es que tengo entendido y creo que así fue, y creo que la investigación lo arrojará, todas las salidas de Carlos Mattos han sido autorizadas para los temas post operatorios», salió el abogado Cancino, en entrevista a Caracol Radio.