La tensión en la región se intensifica mientras Rusia concentra su poder militar en la península ucraniana del Mar Negro, Crimea, desde la ocupación en 2014. Según declaraciones impactantes de Natalia Gumeniuk, jefa de prensa del mando sur ucraniano, en una intervención televisiva hoy, se revela que más de 800 misiles están siendo preparados para un posible ataque contra el sistema energético de Ucrania durante el próximo invierno boreal.
Los misiles, destacando entre ellos los temidos misiles de crucero Kalibr y los supersónicos Onyx, son señalados como herramientas potenciales en lo que Gumeniuk describe como una «etapa del terror energético». Esta acumulación estratégica plantea una seria amenaza para la seguridad de Ucrania, especialmente dado que el país carece de sistemas aéreos capaces de interceptar misiles supersónicos en la mayoría de su territorio, excepto en la capital, Kiev, que cuenta con una defensa aérea más robusta.
“The Russians are preparing to shell the critical infrastructure of Ukraine in winter. In Crimea alone, the Russian army has amassed over 800 missiles .” pic.twitter.com/KyDNhwiopJ
— Maria Drutska 🇺🇦 (@maria_drutska) November 16, 2023
Ataque justo en el invierno…
Esta no es la primera vez que Rusia utiliza la energía como arma en este conflicto en curso. El año pasado, una campaña masiva de ataques aéreos contra las redes térmicas y eléctricas dejó a millones de ucranianos sin luz y calefacción durante el invierno.
Las advertencias de las autoridades ucranianas sobre la acumulación de misiles para una repetición de estos ataques este invierno han mantenido en alerta a la comunidad internacional.
Mientras tanto, la escalada de tensiones no solo amenaza la estabilidad regional sino que también plantea preguntas sobre la eficacia de las medidas diplomáticas existentes. La comunidad internacional observa con creciente preocupación mientras Ucrania busca contrarrestar esta amenaza inminente y se esfuerza por encontrar soluciones pacíficas en medio de la incertidumbre.
En este caso, la principal mediadora de la ONU para las negociaciones ruso-ucranianas en materia de exportación de cereales, Rebeca Grynspan, tiene previsto viajar en los próximos días a Ucrania. Su visita tiene como objetivo abordar la renovación del acuerdo del mar Negro, buscando soluciones que contribuyan a la estabilidad y alivio de la situación en la región.
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En el frente diplomático, según informes del departamento de Estado de EE.UU., Ucrania ha logrado abrir rutas marítimas clave en el mar Negro, permitiéndole exportar grano a los mercados mundiales. Este paso estratégico ofrece un respiro económico para Ucrania en medio de las dificultades generadas por el conflicto.
