De acuerdo con un informe que publicó recientemente Asobancaria, el costo total de un crédito agropecuario está en $620.723, reflejando, entre otros, los altos costos de prospección.

Así las cosas, el documento indica que: “los costos de originación pueden ser reducidos efectivamente hasta en un 80% a través de la digitalización de los procesos. Este hallazgo se explica en mayor medida por la alta carga de los costos fijos del proceso de originación del crédito agropecuario, debido al grado de especialización que requieren los asesores de los Intermediarios Financieros (IF) y su alta rotación. En este contexto, la transformación digital del crédito rural es fundamental en la reducción de costos de prospección, análisis y atención de los clientes rurales”.

En cuanto a la oferta de crédito, el estudio sugiere una mayor focalización de créditos de inversión para la transformación productiva, con mayores plazos que diluyan el peso de los costos operativos con el tiempo. De hecho, con créditos a cinco años, la tasa techo no genera racionamiento del crédito dado que el costo fijo de la originación desaparece.

El documento menciona que, teniendo en cuenta que hay un segmento de la población que es más costoso de incluir en el sector financiero formal, ya que requiere bajos montos a corto plazo y se ubican en la ruralidad dispersa donde no hay conectividad, fortalecer la relación de FINAGRO con los IF mediante la provisión de asistencia técnica y acompañamiento integral resulta clave para reducir los costos de asesoramiento comercial.

“La transformación digital es primordial para la sostenibilidad de la cadena de originación de los créditos rurales. En este sentido, cabe resaltar que los bancos han invertido durante el último año más de $470 mil millones en innovación y digitalización de sus procesos. Indistintamente, apoyar la implementación de créditos digitales para productores con múltiples actividades productivas se convierte en un aspecto esencial para reducir los costos y favorecer la productividad del campo”, indica el informe de Asobancaria.

El gremio señala que, para potenciar la colocación de créditos rurales, se deben impulsar y masificar herramientas de inclusión financiera como el Fondo Agropecuario de Garantías (FAG) y el Incentivo al Seguro Agropecuario (ISA). De este modo, se mitigan los riesgos atados a los créditos, disminuyendo considerablemente los costos de colocación en beneficio, principalmente, de los pequeños productores agropecuarios, quienes más necesitan de este tipo de coberturas.