Sindicatos que afilian trabajadores y trabajadoras de la salud unieron sus voces para denunciar la falta de condiciones dignas para el personal en Medellín y el Antioquia. En rueda de prensa, esta semana, hablaron de las dificultades que atraviesa el sector y de los despidos que se vienen presentando.

La semana pasada el director del Hospital Alma Mater de Antioquia reunió a los y las trabajadoras de la institución y les dijo que habría recorte de personal. Las deudas de las EPS´s tienen asfixiado al hospital. Ese fue el argumento para despedir a 20 personas entre las que hay médicos generales. Y Sintraipsu, uno de los sindicatos que hace presencia en el hospital, teme que sean más despidos en los próximos días.

Carlos Tomás Arévalo, presidente de Sintraipsu dijo que las condiciones de trabajo para él y sus compañeros son difíciles. Una de las razones para lo anterior es el atraso en la nómina que se genera por las dificultades financieras del hospital. Arévalo estima que las EPS´s le deben más de 140 mil millones de pesos al hospital, de los cuales, 38 mil aproximadamente corresponde a Coomeva, una entidad que ya fue liquidada.

“Se piensa que despidiendo al personal nos vamos a estabilizar financieramente, pero, por el contrario, eso a lo que lleva es a que haya un mal servicios, que no podamos atender bien a los pacientes” dijo el presidente de Sintraipsu. El dirigente sindical también dijo que esta navidad va a ser muy triste para el personal de la salud.

Pero la situación de trabajadores y trabajadoras de la salud no es crítica solo en el Hospital Alma Mater de Antioquia. Según la Asociación Médicas, Asmedas, uno de los sindicatos fuertes en el tema de salud en Medellín, la deuda de los hospitales con sus trabajadores y trabajadoras es incalculable y muchas entidades se han quebrado y han dejado en la calle a quienes prestaban ser servicios en ellas.

Gonzalo Alberto Vélez, presidente de Asmedas dijo que los trabajadores de la salud son los que han llevado la peor parte:

Desde que empezó el modelo de Ley 100 que hoy rige en Colombia los trabajadores de la salud hemos puesto todo, nos hemos puesto la camiseta y de tanto ponérnosla ya la tenemos rota”, dijo el dirigente sindical. Aseguró que la contratación ha empeorado, se les ha pauperizado su calidad de vida, estan sometidos a inestabilidad laboral, les han rebajado y dejado de pagar salarios y han cerrado servicios lo que implica despidos.

El dirigente sindical también dijo que la situación tiende a empeorar en la ciudad, el departamento y el país. El futuro del sistema de salud en Colombia es crítico, con o sin reforma, dijo Vélez. Además, afirmó que muchos profesionales de la salud están migrando a otros países y que las carreras que tienen que ver con la salud ya no son tan solicitadas como antes. Para el líder de Asmedas, la crisis de la salud es impredecible y los afectados no solo serán los trabajadores y trabajadoras sino los pacientes que ya se ven perjudicados por los despidos en los centros asistenciales.

Por otro lado, María Victoria Jiménez, presidenta de Anthoc, subdirectiva Antioquia, también dio su visión sobre lo qué pasa en el departamento. La lideresa sindical afirmó que su organización tiene presencia en 62 centros hospitales en el departamento y que la situación es crítica para muchos de sus afiliados. “Hay que hacer una separación entre sector privado y sector público” dijo Jiménez.

Destacó que en el sector privado hay personas trabajando fines de semana y festivos y que su salario no es superior a un millón ochocientos mil pesos cuando muchas de esas entidades están en manos de multinacionales, las que se supone, deberían tener unos mejores salarios para sus trabajadores y trabajadoras.

En el sector público las cosas no son alentadoras tampoco. La mayoría de las y los trabajadores están tercerizados y a los hospitales les faltan recursos. María Victoria Jiménez dijo que se vienen despidos en estos centros asistenciales porque los nuevos alcaldes llegan a cambiar el personal y que muchas veces no tienen en cuenta a quienes llevan más de 10 o 15 años trabajando.

En conclusión, el panorama de la salud en Medellín y Antioquia no es alentador. A la advertencia de los sindicatos de la salud hay que prestarle atención porque gran parte de los perjudicados serán los pacientes que no podrán recibir la atención de buena calidad como es necesaria. Por supuesto, las y los trabajadores de la salud también sufrirán las consecuencias de esta crisis que ya se empieza a vislumbrar.

Cortesía: Prensa Asmedas – Voces por el trabajo