Varias ciudades argentinas, incluida la capital, Buenos Aires, tratan de volver a la normalidad, después las horas críticas que vivieron por cuenta de una devastadora tormenta que cobró la vida de al menos 16 personas en la madrugada del domingo 17 de diciembre.

Javier Milei visitó las regiones afectadas

La magnitud de la catástrofe llevó al recién nombrado presidente de Argentina, Javier Milei, y su equipo a visitar las regiones más afectadas en un esfuerzo por brindar apoyo y evaluar la situación.

La tormenta, caracterizada por vientos huracanados de entre 100 y 130 kilómetros por hora, golpeó inicialmente la ciudad de Bahía Blanca, ubicada a 640 kilómetros al sur de Buenos Aires. El presidente Milei, acompañado por la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, y otros ministros del gabinete, llegaron a Bahía Blanca al día siguiente para coordinar esfuerzos de ayuda.

Dirigiéndose al equipo de gestión de crisis en Bahía Blanca, el presidente expresó su confianza en la capacidad de recuperación del pueblo argentino.

“Frente a estos eventos tan adversos, los argentinos siempre sacamos lo mejor de nosotros. Estoy seguro de que ustedes van a lograr resolver esta situación de la mejor manera posible con los recursos existentes”, declaró Milei.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, también visitó Bahía Blanca, enviando ayuda adicional para respaldar a los bomberos locales, fuerzas de seguridad, militares, Defensa Civil y personal municipal.

La tragedia se hizo evidente cuando el techo del pabellón del Club Bahiense del Norte colapsó durante una competición de patinaje, cobrándose 13 vidas. Este lugar, significativo por ser el campo de entrenamiento del renombrado jugador de baloncesto Emanuel ‘Manu’ Ginóbili, recibió la visita del presidente Milei y su equipo en un gesto de solidaridad.

Otras secuelas de la tormenta

Rastros de escombros, postes de luz y árboles caídos, así como vehículos aplastados e infraestructuras públicas y propiedades privadas dañadas, fue el panorama que dejó esta tormenta.

Esta situación forzó también la suspensión de varios eventos musicales y la evacuación de recintos. Además, el aeropuerto Jorge Newbery, conocido como Aeroparque, en Buenos Aires, tuvo que cerrar temporalmente, resultando en desvíos y cancelaciones de vuelos.

La respuesta rápida y solidaria de las autoridades, incluido el presidente Milei, refleja el compromiso del gobierno argentino en mitigar los efectos de esta tragedia y brindar apoyo a las comunidades afectadas en su proceso de recuperación.