Luego de llevarse a cabo unos comicios concurridos y álgidos por la polarización histórica de ambos partidos del gobierno, aún más por la incidencia de temas coyunturales como la inflación, el ganador o quien mejor le fue, y llevará la ventaja en el Congreso, es el Partido Republicano, quien tendrá el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, por lo que se espera una fuerte oposición a la agenda del presidente Joe Biden en los próximos dos años.

Y es que en la cámara baja del Congreso será mucho más reducida de lo que el partido Demócrata esperaba, puesto que la mayoría son republicanos, además que el partido del presidente Biden tampoco consiguió ganar el control del Senado en las elecciones de medio término celebradas la semana pasada.

Tras los resultados el mandatario estadounidense, Joe Biden, expresó que estaba «listo para trabajar con los republicanos de la Cámara de Representantes para obtener resultados para las familias trabajadoras».

Así mismo agregó que pese a no ser el vencedor en los comisos, fue un acto para el positivo, ya que aseguró «un fuerte rechazo a los negadores de las elecciones, la violencia política y la intimidación» y demostró «la fuerza y la resistencia de la democracia estadounidense».

Con este resultado, la aspiración del exmandatario Donald Trump, parece tomar relevancia y respaldo, en su anuncio a presentarse a la contienda presidencial en el 2024.