Así lo indicó el Alfonso Prada, ministro del Interior, quien destacó que el proyecto de paz total, el cual fue aprobado anoche en el Congreso de la República, tiene en consideración dos posibilidades, las cuales son, en primer lugar: negociaciones políticas con grupos al margen de la ley, tal cual ya se tiene experiencia en lo sucedido en la Habana con las Farc, en donde se plantea puntos de encuentro y discusión, y en segundo lugar se encuentra: el acercamiento con estructuras armadas organizadas para el acogimiento a la justicia, sin diálogo político.

De esta manera, Prada aseguró que un equipo de diálogo, el cual estará liderado por el presidente Gustavo Petro, tendrá él la autonomía para indicar qué tipo de tratamiento se le dará a cada organización armada.

“No personalizamos, nuestro problema no se llama ‘Iván Márquez’, sino la violencia. La ley crea una comisión, que la integrará el ministro de defensa, el director de inteligencia y el alto comisionado para la paz, orientada por el presidente de la República. (…) Si es una organización criminal, deberá avanzar al sometimiento por la vía judicial. Si le reconocemos el estatus político, avanzará hacia el diálogo político y al acuerdo de paz«, dijo.

Respecto al tema si las disidencias de las Farc pueden tener tratamiento político, el ministro expresó que sí: “Lo pueden tener. Claramente, lo pueden tener (tratamiento político). Hay alguna probabilidad de que reúnan los requisitos. (quién toma la decisión) es la comisión de alto nivel y finalmente el presidente de la República”.

Así mismo, manifestó que el Congreso no cerró la puerta a ningún diálogo que permita llevar a cabo negociaciones en diferentes áreas del país, que permita pacificar territorios enteros y, por esa razón, no da lo mismo cumplir o no un proceso de paz, como es el cado de ‘Iván Márquez’. Aunque si destacó que no se puede negociar en condiciones iguales, ante quienes han retrocedido en un proceso de paz, por lo que entraría un tratamiento diferente, pero sin imposibilidades que permitan nuevamente la ruta de la entrega de armas.