Bogotá, 6 de mayo de 2024 – El asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias que afecta a personas de todas las edades . Se caracteriza por episodios recurrentes de dificultad para respirar, sibilancias, opresión en el pecho y tos.
Aunque no tiene cura, con un tratamiento y manejo adecuados los pacientes pueden disfrutar de una excelente calidad de vida. En Colombia, sin embargo, enfrentamos desafíos relacionados con el subdiagnóstico del asma, lo que puede resultar en un acceso limitado a tratamientos y medidas de control para quienes lo padecen.
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En 2012, se llevó a cabo un estudio para evaluar la variación epidemiológica del asma en Colombia, centrándose en personas menores de 59 años. La muestra abarcó a 5,978 individuos, revelando una prevalencia del 12% de la enfermedad en la población estudiada .
En Antioquia, según los datos más recientes de estudios de incidencia publicados en 2019 por la Revista Colombiana de Neumología, aproximadamente 82,810 personas padecen de asma, lo que representa el 16,84% de los asmáticos del país. Este número probablemente ha aumentado desde entonces, debido a los problemas de subdiagnóstico de la enfermedad.
Es fundamental reconocer la importancia de un diagnóstico temprano y un seguimiento adecuado para aquellos que experimentan síntomas, ya que un control eficaz puede mejorar significativamente la calidad de vida de los afectados.
«La prevalencia del asma en Colombia y su variabilidad geográfica plantean desafíos diversos que exigen una respuesta coordinada en materia de salud pública», afirma Efraín Esteban, Gerente Médico de Respiratorio e Inmunología para el Clúster Andino de AstraZeneca. «Desde factores ambientales hasta obstáculos en el acceso a la atención médica, cada región presenta sus propios desafíos. Por lo tanto, es crucial implementar estrategias que garanticen un acceso equitativo a diagnósticos precisos y tratamientos efectivos para todos los colombianos, independientemente de su ubicación».
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Para gestionar eficazmente el asma, es fundamental identificar y evitar los desencadenantes específicos. Estos pueden incluir alérgenos como polen, ácaros del polvo, moho y pelos de mascotas, así como irritantes en el aire como humo de tabaco y contaminación, infecciones virales y estrés.
Mientras que el ejercicio físico regular puede ser beneficioso para muchos pacientes con asma, es importante que aquellos que son sensibles eviten el ejercicio intenso o el ejercicio en ambientes fríos o con alta concentración de alérgenos.
La comprensión y la prevención de estos factores desencadenantes son pasos cruciales para minimizar los ataques de asma y mejorar el control de la enfermedad.
Prevención y Control
La prevención del asma comienza con la creación de un entorno saludable. Es fundamental mantener un hogar limpio, libre de alérgenos y contaminantes. Además, se recomienda seguir un plan de acción para el tratamiento, desarrollado en conjunto con profesionales de la salud. Este plan puede incluir medicamentos preventivos y de rescate, así como técnicas de respiración que ayuden durante un ataque.
El control efectivo del asma también implica un monitoreo regular de la condición. Para ello, se puede utilizar un medidor de flujo máximo, dispositivo que mide la cantidad máxima de aire que puedes exhalar de tus pulmones en un solo intento, para evaluar la función pulmonar y realizar un seguimiento de los síntomas para ajustar el tratamiento según sea necesario.
«Al enfrentarnos a la realidad del asma en Colombia, queda claro que la batalla contra esta enfermedad crónica es tanto individual como colectiva», señala el Dr. Efraín Esteban. «Es esencial el trabajo conjunto entre profesionales de la salud, pacientes, familias y la sociedad en general para promover una mayor conciencia, facilitar el acceso a tratamientos adecuados y apoyar la investigación. Solo entonces podremos aspirar a mejorar la calidad de vida para todos los colombianos que conviven con esta enfermedad».
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