En las últimas horas, se presentó el paso del huracán Otis en la ciudad de Acapulco y otras zonas del estado de Guerrero, en México. El panorama es devastador, con un saldo de al menos 27 muertos y una enorme destrucción material. Este es considerado el huracán más poderoso en golpear la costa pacífica del país norteamericano.

Huracán Otis, un desastre sin precedentes

El rápido fortalecimiento de Otis ocurrió en menos de 12 horas y dejó desconcertados a los científicos, además de que la población, que no tuvo tiempo para prepararse antes de su llegada.

El pasado domingo, las previsiones del Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. describían a Otis como una tormenta tropical. Sin embargo, justo antes de entrar por la costa de Acapulco, fue aumentando su intensidad hasta transformarse en un huracán categoría 5 con vientos sostenidos de 270 kilómetros por hora.

Otis logró fortalecerse al encontrarse con una zona de aguas oceánicas altamente cálidas, rondando los 31°C de temperatura. El calor del océano, que funciona como combustible para los huracanes, es atribuido por los meteorólogos a diversos factores como el fenómeno de El Niño y una ola de calor potenciada por el calentamiento global que también azota las costas mexicanas.

Una multitud se lanzó a supermercados, derribaron sus puertas y empezaron a tomar todo lo que tenían a la mano sin que personal de los comercios y autoridades lo impidieran.

«No tiene precedente en el país en los últimos tiempos. Fue muy desastroso lo que padeció Acapulco… La gente se protegió, por eso afortunadamente no fueron más las desgracias», comentó Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, quien reconoció que el impacto de Otis, el más poderoso huracán que ha golpeado a Acapulco, fue sorpresivo.

El gobierno estatal informó que 80% de los hoteles sufrieron daños y que han dispuesto unos 40 autobuses para hacer traslados gratuitos.

En la población aumenta la preocupación, pues muchos aseguran que el gobierno está ocultando información acerca de las personas afectadas y que tampoco están llegando las ayudas humanitarias. Las aerolíneas han ofrecido trasladar a los turistas desde Zihuatanejo, localizada a 225 kilómetros.