El morro de Moravia sigue siendo un foco de desplazados y migrantes en situación de extrema pobreza que ven en este barrio de invasión una posibilidad de asentarse. Este se ha convertido en un negocio ilícito en el que los combos cobran por ocupar este espacio ilegítimo.

Lo que solía ser un hermoso jardín, ahora se encuentra invadido bajo el mando de los combos ilegales que siguen tomando fuerza en la capital de Antioquia y ahora, al parecer, tienen un importante dominio en Moravia.

Esta es una problemática que viene desde hace décadas y que la administración de Fico Gutiérrez, en sus dos períodos, no ha logrado erradicar de una zona que se encuentra en un estado de seguridad crítico, dejando a migrantes y desplazados a merced de los combos.

El morro del barrio Moravia era el antiguo basurero municipal de Medellín, que se clausuró en el año 1984 y que se estima que pueden haber entre 600 y 800 familias viviendo en sus alrededores.

Desde diciembre de 2021 no se realiza un operativo en la zona y todo parece indicar que con Fico Gutiérrez de nuevo en la Alcaldía, el conflicto en este sector podría recrudecerse, esta vez peor, con los combos armados cada vez más fuertes.

El abandono que ha tenido esta zona ha permitido que ya hayan construcciones en ladrillo y algunas de hasta dos pisos, que cuentan con acueducto y servicio de energía informal, además de servicio de televisión satelital.

Lo más preocupante es que quienes están en este lugar, están viviendo sobre más de un millón y medio de desperdicios acumulados que constantemente generan gases contaminantes y que además, presentan un riesgo de derrumbarse.

Los Combos de Moravia lucen fortalecidos en un barrio que históricamente ha sido conflictivo para Medellín. La Administración Distrital la única medida que ha tomado es instalar una mesa técnica para encontrar una solución y reunirse con líderes del sector.

Habitantes de la invasión temen una intervención policiva fuerte que termine desplazando a la fuerza a adultos mayores, niños, niñas y población migrante que se asenta en este lugar.

Mientras tanto, los grupos armados se lucran de esta situación, vendiendo lotes hasta en seis millones de pesos. A otros les arriendan los lotes o casas de madera en hasta seicientos mil pesos.

La estrategia de algunos de los invasores es esperar que la Alcaldía de Medellín y el Isvimed les solucionen el problema y los reubique en una nueva vivienda propia, por lo que permanecen en esta zona de alto riesgo aguardando una solución oficial.

Los mismos habitantes se han encargado de construir una cancha de fútbol y hasta un parque infantil improvisado en la cima. El negocio para algunos es redondo: Cobran arriendo por estas propiedades fraudulentas y esperan quedar beneficiados en caso de una posible reubicación de la Alcaldía de Medellín.

Ante este panorama, piden al Alcalde Fico Gutiérrez que se ponga en frente de la situación y no permita que siga creciendo esta problemática social en el barrio Moravia que hoy es un fortín de la delincuencia en Medellín.