Crisis de seguridad en el Mar Rojo afecta al comercio global; los consumidores enfrentan demoras significativas en la llegada de productos cotidianos, como ropa, alimentos y computadoras, a las tiendas.

Los ataques perpetrados por rebeldes hutíes de Yemen a buques mercantes que se dirigen al Canal de Suez han obligado a las empresas de transporte marítimo a optar por rutas alternativas más largas y costosas por el sur de África, generando retrasos en las entregas.

Desde mediados de diciembre, los ataques, destinados según el grupo rebelde a castigar a Israel por la guerra en Gaza, se han intensificado. El martes, los ejércitos de Estados Unidos y el Reino Unido repelieron «el mayor ataque» de los rebeldes hutíes hasta la fecha. Este miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución exigiendo el cese inmediato de los ataques contra los buques mercantes en el Mar Rojo.

Empresas navieras como Maersk, Hapag-Lloyd y Mediterranean Shipping Company (MSC) han optado por rutas alternativas, generando la mayor emergencia marítima desde el bloqueo del Canal de Suez en 2021. Gigantes minoristas como Ikea, Walmart y Amazon han experimentado retrasos en la llegada de productos, mientras que los costos de transporte de carga han aumentado drásticamente.

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Según informes, más de 20 incidentes confirmados han ocurrido desde mediados de noviembre, afectando las rutas marítimas clave. El precio de mover un contenedor desde el Este de Asia al norte de Europa ha aumentado en un 199% en las últimas semanas.

La crisis en el Mar Rojo se suma a la falta de agua en el Canal de Panamá, generando dos desafíos simultáneos para el transporte marítimo. Analistas advierten que las consecuencias económicas dependerán de la duración de los ataques, afectando significativamente las cadenas de suministro globales y posiblemente resultando en congestiones portuarias.

Aunque el sector energético no ha experimentado un impacto inmediato, los analistas sostienen que las navieras están en una posición mejor para manejar la crisis en comparación con el bloqueo del Canal de Suez en 2021. A medida que la situación evoluciona, los consumidores podrían enfrentar aumentos de precios y mayores demoras en la entrega de productos en las próximas semanas.