Una delicada denuncia se conoció en las últimas horas, en la que se evidencia cómo la delincuencia común se está haciendo pasar por empresas de seguridad privada, con el fin de cometer actos criminales.

Este grave hecho tendría mayor incidencia en las principales ciudades, como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, en donde han crecido las denuncias de empresas fachadas que actúan como organizaciones delincuenciales que se hacen pasar como prestadores del servicio de vigilancia,

Todo con el fin de robar a quienes los contratan y hasta han llegado a atentar con la vida de sus empleadores, quienes no tienen en cuenta constatar su legalidad.

Preocupante panorama

Según la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, el número de empresas informales de seguridad supera a las legales; por lo que se estima que de 934 firmas que operan en Colombia, 500 son de origen pirata.

A su vez, la Superintendencia estimó, según el informe de ‘Distribución nacional de los servicios de vigilancia y seguridad privada’, que el sector cuenta a nivel nacional con 828 empresas legales que se dedican exclusivamente a la prestación de servicios de vigilancia remunerada.

Aunque no se ha realizado un censo de los celadores piratas, según esta entidad, estos podrían pasar de 75.000, teniendo en cuenta que las 434 empresas acreditadas en la Superintendencia (número casi igual al de las ilegales), tienen a su cargo a 130.000 vigilantes.

«Esta problemática genera un inminente riesgo de seguridad, para los que contratan una empresa informal de seguridad, que en la mayoría no tienen personal realmente capacitados ni mucho menos armas legalmente aceptadas», aseguró el presidente de las Empresas Colombianas de Seguridad Privada  (ECOS), José Saavedra.

«Por lo que si llegara a ocurrir un hecho lamentable, tanto el que estuviera envuelto en la hipotética tragedia como el que contrató sus servicios, están inmersos en temas jurídicos delicados, que conllevan a sanciones, y peor aún, a la privación de la libertad según sea el caso», resaltó.

Sin condiciones laborales justas

Es válido precisar que quienes se encuentran en estas empresas en su gran mayoría no están afiliados alguna entidad de salud y se encuentran sujetos bajo normas de precariedad laboral, con altas jornadas de trabajo, como días festivos no remunerados, y sin  primas y vacaciones.

«Este es un llamado de alerta a las empresas para que no contraten empresas de seguridad privada sin ningún reglamento comercial establecido o jurídico, y resguarden así sus intereses y su propia integridad», agregó la directora ejecutiva de ECOS, Carolina Carrillo.

«Muchas de estas empresas son fachadas de organizaciones delincuenciales, las cuales están en busca de incautos, que por no verificar a quienes contratan o ahorrarse dinero, conllevan dificultades que les puede costar su patrimonio y hasta su vida», añadió.