En medio de los impactos inminentes del cambio climático, los océanos del planeta están experimentando transformaciones sin precedentes, según advierte el reciente informe del Plan de Acción contra el Cambio Climático de la ONU. Este vasto cuerpo de agua, vital para la vida en la Tierra, actúa como un colosal sumidero de carbono, absorbiendo alrededor del 90% del calor generado por las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero.

Uno de los efectos más notables es la aceleración en la subida del nivel del mar. Datos recientes de la Organización Meteorológica Mundial revelan que la elevación media global ha establecido un récord en 2021, aumentando a un ritmo de 4.5 milímetros anuales entre 2013 y 2021. Esta tendencia no solo provoca mareas extremas y daños costeros, sino que amenaza a comunidades enteras, incluyendo a 680 millones de personas que residen en áreas costeras bajas.

Lea también: Suecia y el BID firman una carta de intenciones para asegurar la financiación del Amazonas 

Las olas de calor marinas, resultado directo del calentamiento oceánico causado por las actividades humanas, también están en aumento. El informe destaca que el 60% de la superficie oceánica mundial experimentó al menos un episodio de olas de calor en 2021. Esto ha tenido consecuencias devastadoras para los arrecifes de coral, con la decoloración generalizada y la degradación de estos ecosistemas vitales. Si el calentamiento marino persiste, advierte el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, todos los arrecifes de coral podrían decolorarse para fines de siglo.

Riesgos irreversibles…

La biodiversidad marina enfrenta una amenaza existencial. El aumento de las temperaturas impone riesgos irreversibles a los ecosistemas costeros y marinos, con daños significativos en arrecifes de coral y manglares. Más de la mitad de las especies marinas podrían estar al borde de la extinción para 2100, según la UNESCO. A medida que los ecosistemas marinos ya se degradan o se explotan insosteniblemente debido al actual aumento de 1.1°C en la temperatura, se plantea un sombrío escenario. Un aumento de 1.5°C amenaza con destruir entre el 70 y el 90% de los arrecifes de coral, y a 2°C, enfrentamos el punto de no retorno con pérdidas cercanas al 100%.

En la reciente COP28, el delegado Simon Stiell subrayó la urgencia de actuar. Advierte que si permitimos que la temperatura supere los 1.5 grados, podríamos perder irreversiblemente las capas de hielo, lo que resultaría en una catastrófica subida del nivel del mar de 10 metros a nivel mundial.