Durante el 2022, los precios internacionales del petróleo experimentaron un aumento sostenido, especialmente en los tres primeros trimestres. El precio promedio del barril de petróleo Brent fue de US$100,8, lo que representó un incremento del 43% en términos anuales.

Este importante repunte se debió a una mayor demanda a nivel global y a factores de oferta, destacándose las implicaciones generadas por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, así como los cuellos de botella en la producción de esta materia prima.

Sin embargo, según el más reciente informe de Banca & Economía publicado por Asobancaria, se prevé una reducción cercana al 16% en el precio del barril de crudo de esta referencia para este año.

“Por el lado de la oferta, la EIA (Energy Information Administration) estima un modesto aumento del 1,5% debido a la pérdida de tracción de la economía global y a un exiguo crecimiento de la producción de los países de la OPEP+ ante su nuevo anunció a principios de abril de aumentar los recortes de petróleo en alrededor de 1,16 mbd (millones de barriles diarios), elevando su política de reducción de la oferta a 3,66 mbd hasta finales de 2023, todo ello con el fin de mantener los precios del crudo por encima de los US$80. Estos factores llevarían a que el estimativo de precio promedio del petróleo Brent en 2023 se acerque a US$85, cifra similar a la que se descuenta en el mercado de futuros a corte de abril (US$85,3)”, señala el documento.

En Colombia, la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP) prevé que se alcance un nivel de 770 mil barriles por día en este 2023, lo que superaría en cerca de 15 mil barriles la cifra del año anterior.

El informe destaca la contribución del sector petrolero a las finanzas públicas del país, al señalar que en los últimos 13 años la llamada renta petrolera del Gobierno Nacional Central alcanzó cerca del 1,4% del PIB, con una participación promedio del 8,8% en los ingresos totales.